viernes, 12 de julio de 2013

Cuidado con el consumo excesivo de vitamina C

Consumir demasiada vitamina C en forma de suplementos alimenticios duplica el riesgo de desarrollar cálculos renales en los hombres."Es importante que las personas sean conscientes de que hay peligros asociados a tomar altas dosis de vitamina C. La gente que sufrió cálculos renales debería consultar a su médico antes de tomar altas dosis de suplementos de vitamina C", afirma Agneta Akesson, especialista del Instituto Karolinska (Suecia).


Los cálculos renales son pequeñas masas de cristal que obstruyen las vías urinarias. Los síntomas más frecuentes incluyen el dolor muy fuerte, urgencia urinaria, transpiración, náuseas, vómitos y sangre en orina. En general, los hombres tienen un riesgo más elevado de sufrir esta patología. DOSIS EXAGERADAS. Los investigadores, que publicaron su estudio en la revista JAMA Internal Medicine, trabajaron con 23.000 hombres de 45 a 79 años de edad y siguieron su salud desde 1997 a 2009. Alrededor de 900 tomaban dosis de 1000 miligramos de vitamina C. Akesson observó que estos participantes tenían un riesgo entre 1,7 y 2,2 veces mayor de desarrollar cálculos renales. Y la experta considera que no hay ninguna prueba de que las personas obtengan beneficios al tomar cantidades altas de suplementos de vitamina C. Además, el estudio mostró que los suplementos multivitamínicos que incluyen bajas dosis de vitamina C no se asocian a esta patología.
Los especialistas creen que los suplementos de vitamina C se asocian a los cálculos porque, al metabolizar a este nutriente, el cuerpo genera un compuesto llamado oxalato, que es parte de los cálculos. Consideran que hay que realizar más estudios para comprender a fondo el tema, pero advierten que sus resultados no significan que las personas deberían dejar de consumir vitamina C.

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jueves, 4 de julio de 2013

¿Es la obesidad una enfermedad o no?

La obesidad es una condición médica crónica y un problema de Salud Pública cada vez más prevalente en los países desarrollados, pero ¿podemos considerarlo una enfermedad? En una reciente reunión de laAMA American Medical Association se ha reconocido, por votación entre sus miembros, a la obesidad como una enfermedad, en contra de un informe encargado a un grupo de expertos.
Argumentos en contra de considerarla una enfermedad serian que el exceso de peso incrementa el riesgo de enfermedad (diabetes tipo II, enfermedad coronaria, ictus, hipertensión, dislipemia, algunos cánceres, artrosis, asma, lumbago, apnea obstructiva del sueño, depresión y otras) y muerte pero no en todos los casos. Además esta relación difiere según el sexo, la edad, la etnia y el nivel socioeconómico. De repente un tercio de los americanos se van a convertir en enfermos, lo que puede incrementar su discriminación social (o disminuirla según otras opiniones).
Los partidarios de considerarla una enfermedad argumentan que la obesidad es consecuencia de una conjunción de factores genéticos, de comportamiento alimentario, de factores ambientales del entorno, que afectan al normal funcionamiento de nuestro cuerpo. Las consecuencias en la salud y los costes sanitarios que conlleva la obesidad son bien conocidos, y opinan que si se considera una enfermedad el acceso a los tratamientos disponibles va a ser más fácil (no olvidar que en USA el acceso a la sanidad no es universal). También se aumentaría la implicación de los médicos en su abordaje.

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